Podemos aprender mucho de las caricaturas de nuestra infancia algunas difíciles de olvidar ya de adultos nos damos cuenta de la realidad de los datos que nos dieron.
Como por ejemplo Popeye según al comer espinaca se volvía tan fuerte que nadie podía contra el y de esa manera salvaba a Oliva de la garras de Brutus y quedaba como todo un héroe claro ganándose el amor de la dama rescatada,
¿Pero qué tan cierto es esto?
Bueno en realidad la espinaca no tiene más hierro que una lechuga, ¿pero como sabemos esto? Eso lo veremos a continuación, primero veamos cuál es el origen de este personaje Popeye fue creado por Elsie Segar en 1929.
Pero no fue por casualidad ya que en esa época se descubrió el importante papel que tenía el hierro en la nutrición y su relación con la problemática de la anemia, debido a que había mucha anemia en esa época, hubo un gran error ya que se pensaba que en cuanto más hierro más fuerza y error justificado pues en ese mismo año en 1929 en Estados Unidos cayó la bolsa de valores y debido a esto había mucha pobreza y se pasaba mucha hambre así que las anemias eran frecuentes, pues aparece nuestro querido Popeye con su lata de espinacas que lo hacía muy fuerte y todos querían ser como él, en especial los niños.
Debido a todo esto la espinaca se situaba en la cima de las tablas de contenido en hierro en diferentes alimentos, pero hubo algo más grave y esto pasó debido a un error que cometió el químico alemán Erich Von Wolf en 1870 al calcular el contenido de hierro en la espinaca se equivocó poniendo la “coma” entonces lo que era 0,35 mg por cada 100g acabaron siendo 3,5 mg por cada 100g es decir 10 veces más y por si fuera poco para poder asimilar el hierro se necesita vitamina C así que no sólo tenemos que tener en cuenta el contenido del hierro sino también el de vitamina C.
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